El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió el miércoles 15 de mayo que las empresas de su país usen equipos de telecomunicaciones de compañías extranjeras por considerar que pueden poner en riesgo la seguridad nacional, una medida que parece apuntar a China, con quien se encuentra en plena "guerra fría comercial" tras el anuncio de aumento de aranceles.
Trump declaró así una "emergencia nacional" para emitir el decreto, que se aplica —sin nombrarla directamente— a Huawei, empresa china que está en la mira de las autoridades estadounidenses desde hace tiempo. Al menos así lo entendió China, que advirtió que esa decisión puede dañar todavía más las relaciones comerciales entre ambos países.
Con el secretario de Estado Mike Pompeo, Estados Unidos lleva desde hace meses una ofensiva contra Huawei, a quien acusa de espionaje en nombre de Pekín. Además, excluyó al gigante chino del despliegue de tecnología 5G por considerar que esta red aumentará los peligros del espionaje al haber más objetos conectados, desde vehículos hasta cámaras de seguridad.
En tanto, para explicar la decisión, la Casa Blanca dijo que tomaba esa determinación para proteger al país de los adversarios extranjeros, que están "creando y explotando cada vez más las vulnerabilidades de la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en Estados Unidos".
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En ese marco, el decreto presidencial se basa en que hay presuntos actos "malintencionado" que son favorecidos por internet, incluido el “espionaje económico e industrial en detrimento de Estados Unidos y su población".
Como respuesta, el vocero del ministerio de Comercio de China, Gao Feng, pidió en una rueda de prensa que Estados Unidos evite empeorar la relación que tienen ambas potencias. "Instamos a Estados Unidos a detener sus acciones incorrectas (...) para evitar causar daños adicionales a las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos", sostuvo.
Por su parte, Huawei denunció "restricciones irracionales" que interfieren con sus derechos. Las limitaciones impuestas. opinaron, "no harán a Estados Unidos más seguro y fuerte" sino que lo limitarán “a alternativas inferiores y más costosas".
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Se trata de la medida más severa tomada por el gobierno de Trump contra el sector tecnológico chino, que está en rápida expansión particularmente en los mercados emergentes de África, América Latina y Asia, y aumenta la rivalidad comercial entre Pekín y Washington. En ese sentido, Geng Shuang, funcionario diplomático de China, acusó a Washington de recurrir al "pretexto de la seguridad nacional" para evitar que las compañías chinas inviertan y ganen participación de mercado en Estados Unidos.
Este nuevo conflicto recrudece la tensión comercial entre ambas economías mundiales, que están en conflicto por imponerse mutuamente aranceles cada vez más altos a los productos importados, algo que repercute en el mercado mundial que reacciona ante los anuncios, y especialmente en Argentina, por tratarse de una economía sensible a los vaivenes del mercado global.
A.G./F.F.
